En la actualidad, y así durante
más de cuatro décadas, Sitges se convierte, después de cada verano, en la surrealista anfitriona del Festival de
Cine Fantástico y de Terror más importante del mundo. En él espectadores,
periodistas, directores, actores y demás cienastas se mezclan en proyecciones y actos paralelos creando una orgía cinéfila de sensaciones.
La estrecha relación de los sitgetanos con el séptimo arte viene del interés por la fotografía de un sector importante de esta población catalana. En 1950 surgió la Agrupación
Fotográfica de Sitges, movimiento cultural capitaneado por Joan Puig i Mestre, que consiguió captar gente de todos los estamentos sitgetanos con la finalidad de organizar una
exposición de fotografías. Dicho acto se celebró en la fiesta mayor del pueblo ese mismo año en un
local de la calle Parellades (cedido por su amigo Antoni Montserrat). La exposición destaca con obras galardonadas de
grandes figuras de la Agrupación Fotográfica de Igualada (pionera en aquellos
tiempos de la fotografía catalana).
El 13 de mayo de 1951 nació oficialmente por imperativos legales esta agrupación, adherida a Fomento del
Turismo de Sitges. La junta fundadora estaba formada por:
Presidente: Joan Puig i Mestre
Vicepresidente: Rafael Almirall Carbonell
Secretario: Manuel Castro Hernández
Vicesecretario: Josep Bernad i Roig
Tesorero: Antoni Rafales i Gil (más adelante, fundador y director del Festival de Cine de Sitges)
Vocales:
De laboratorio, Salvador
Esteve
De Excursiones, Esteban Miró
De exposiciones, Francisco
Marcé
De propaganda, Antoni Corella i Miracle
De archivo, Francisco
Fontanals
Con este equipo se convocó el I
Concurso de Fotografía con el tema “Corpus de Sitges y Exposición de Claveles”
cuyo slogan era: Sitges, la más
fotogénica villa del mediterráneo.
En la propia casa del presidente
Puig se montó un laboratorio fotográfico para uso de todos los socios, que
sirvió de sede de la entidad.
El entusiasmo de la agrupación
les llevó a situarse dentro de las entidades fotográficas pioneras de España.
Las revistas especializadas hablaban de Sitges. La revista Arte Fotográfico, por
ejemplo, publicó en portada una fotografía de Sitges ganadora del Concurso
Nacional de Fotografía. La misma publicó un sistema de clasificación de
concursos inventado por los miembros de la agrupación, llamado Fallo sistema
Sitges.
En la villa se terminó organizando cada año el Concurso Nacional de Fotografía con la asistencia de
artistas de todo el Estado, con premios especiales a la mejor fotografía de
Sitges (llamado Premio Fomento del Turismo) y a la mejor fotografía de Sitges
tomada por un socio de la entidad (llamado Premio Antonio Rafales).
Los componentes de la agrupación
participaron en concursos de toda España y también internacionales, de países
como Brasil, Francia o Inglaterra. Además, se organizaron intercambios
internacionales, sesiones de cine amateur, cineforums y excursiones, entre
otros actos.
La Agrupación acaparaba todo el
tiempo del presidente Puig, acreditado industrial titular de la empresa Imprenta Puig, situada en la calle Sant
Francesc. Finalmente Puig dejó su trabajo para dedicarse a ceder las
dependencias de su laboratorio, con el fin de imprimir y montar los programas del
Prado que acogía actuaciones de artistas como Luis Rovira y su orquestra, el
Duo Dinámico, La Marimba, “Els Verds de Mataró” o de alguna folklórica que
tanto gustaban al turismo, y para asesorar a entusiastas aficionados a la
fotografía.
Según explica el miembro
fundador, Antoni Corella, “recuerdo el
caso de un marido que quería retocar una fotografía de su virtuosa y recatada
esposa, porque en el momento de hacerle la foto un impertinente golpe de viento
había levantado un poco la falda de su señora mostrando sus tobillos. El buen
hombre pretendía que Puig le manipulara
la foto alargando la falda de una imagen que en la época resultaba pecaminoso,
descarada y vergonzosa. Puig, por su parte, no pudo hacer nada”
(conferencia Fotomaig 05, 14 de mayo de 2005, local de Agrupació d’Estudis
Sitgetans)
El éxito de la entidad y el
interés ciudadano por la fotografía fue tan notable que el Patronat d’Acció
Social Catòlica de Sitges crea su sección fotográfica con la que hubo intentos
de colaboración entre ambas asociaciones.
Pero el entusiasmo por la
fotografía se topaba con las penurias de la época. Los primeros trabajos de
laboratorio tenían que hacerse con materiales en muchas ocasiones provisionales
e inadecuados, hasta el punto que las cubetas del laboratorio tuvieron que ser
sustituidas por platos soperos caseros que traían los principiantes.
En 1957, la Agrupación
Fotográfica de Sitges deja Fomento del Turismo de Sitges para acogerse después
de amplias negociaciones al Sindicato
Único Oficial, pasando a denominarse Agrupación Fotográfica de
Sitges-Adherida a la obra sindical de educación y descanso.
“Fue una jugada estratégica para poderse desarrollar mejor, para conseguir
la independencia total, hecho que fue difícil ya que el presidente Puig era un hombre con antecedentes catalanistas,
por lo que las autoridades franquistas nos vigilaban con lupa”, asegura su
colega Corella.
En 1958, Puig dejó el cargo y se
creó una gestora presidida por Manel Vericat y con Antonio Rafales como
vicepresidente. En la junta continuaron Josep Bernat Roig, Esteve Miró Guimerà y
Antoni Corella, y se incorporaron Carlos Guillén, Baltassar Ramón, Tomas
Carbonell y Josep Maria Jornet. Pese a las presiones y dificultades
burocráticas de la legalización de la entidad por parte de las autoridades,
Puig no dejó la entidad y ocupó un segundo plano como vocal.
El objetivo de la gestora era legalizar oficialmente la entidad sin depender de Fomento ni del Sindicato. Para ello se buscó a un hombre bien visto
por el gobierno civil que presidiera la
agrupación y se cambió de nombre. La Agrupación Fotográfica de Sitges cedió ante las autoridades y se bautizó Sitges Foto Film. La junta directiva estaba compuesta por:
Presidente: Josep Ferret de
Querol (posteriormente Alcalde de Sitges)
Vicepresidente: Manuel
Vericat
Secretario: Pere Serramalera i Cosp (más tarde fundador y director del Festival de Cine de Sitges)
Vicesecretario: Antoni Corella i Miracle
Tesorero: Esteve Miró Guimerà
Vocales: Joan Puig i Mestre, José
Vicente Rubio, Antoni Rafales Gil,
Tomas Carbonell, Josep Bernat Roig y Baltasar Ramón Garriga.
Pere o Pedro Serramalera era doctor de profesión,
llegado a Sitges en 1957 desde Santes Creus. Con él la Agrupación ya había
tenido contacto organizando un concurso de fotografías sobre el monasterio
cisterciense.
A posteridad, el mismo
Serramalera llegó a presidir la nueva entidad donde se fueron incorporando nuevos
adeptos. “Es la etapa del tándem
Rafales-Serramalera y, a partir de ese momento, de la incorporación a lo largo
de los años de Marcé Gea, los Ibañez, Joan Olivé, Carles Montserrat, José
Marín, el Dr. Lorente, Joan Vallés, Josep Raventós, Xavier Mestres y Andreu
Noguero, entre otros”, concluye Antoni Corella.
Serramalera es clave en la historia del Sitgesfilmfestival, porque fue uno de los protagonistas de su fundación y el primer director del certamen. De hecho, en las primeras juntas de organización ya predijo que el Festival tendría mucho éxito y que se lo quitarían de las manos, como así fue en 1982 cuando intervino la Generalitat de Catalunya.